La rosacea es uno de los problemas dermatológicos más comunes. Es por eso que hoy en este post explicamos más acerca de este problema, cómo tratarlo y lo mejor de todo: un rutina que te ayudará a combatir la rosacea.

La rosacea puede llegar a confundirse con acné. Son muchos los casos que parecen acné pero terminan siendo rosácea y es muy importante saber determinarla para escoger el mejor tratamiento. La rosácea es una afección de la piel que se caracteriza por ser inflamatoria y a su vez, crónica y que cursa con enrojecimiento de las mejillas y vasos sanguíneos visibles en el rostro y en ocasiones, con la aparición de pequeñas pústulas, la cual cosa propicia su confusión inicial con otros problemas cutáneos como el acné o ciertas reacciones alérgicas. 

Más allá del enrojecimiento de la piel, hay distintos tipos de rosácea. 

Y no todos se tratan de la misma forma ni se detectan con la misma facilidad. Los síntomas pueden ser distintos y las probabilidades de éxito variarán dependiendo de las causas que la provocan. Al ser desconocidas, es difícil abordar la solución adecuada para cada caso pero lo más importante es ponernos en manos de profesionales para que realicen un diagnóstico personalizado. Aunque por norma general asociamos la rosácea a un enrojecimiento de las mejillas con una mayor visibilidad de los vasos sanguíneos, hay otros síntomas., como:

• Enrojecimiento facial de la zona central del rostro, nariz y mejillas, con aparición normalmente brusca, y donde los vasos sanguíneos a menudo se hacen visibles por la hinchazón
• Aparición de pústulas o granos con enrojecimiento, sequedad e irritación ocular
• Engrosamiento de la piel por inflamación que se prolonga en el tiempo.

Hay factores que pueden propiciar su aparición y los cuales podemos evitar. Desafortunadamente se desconoce la causa exacta de la rosácea, pero sí h

ay unos factores extrínsecos que en combinación prueban que pueden predisponer su aparición. Entre estos factores se encuentran los siguientes:

• El alcohol y el tabaco
• Determinados fármacos (especialmente los que dilatan los vasos sanguíneos),
• El estrés o desequilibrio emocional
• La exposición solar
• Las temperaturas extremas
• El ejercicio intenso por un sobre acaloramiento
• Factores nutricionales (comidas picantes, calientes o pesadas, los lácteos o los quesos,…).

La clave está en crear una barrera en nuestra piel.

En cuanto a la cosmética, es importante prestar mucha atención a los productos que elegimos. No solo pueden evitar irritaciones o malestar: pueden ayudar a calmar nuestra piel y a sentirnos mejor con ella.

No hay ningún secreto: tenemos que optar por la constancia y hacernos con productos suaves y calmantes. Es importante  ser muy constantes en cuanto a las rutinas de higiene diarias, utilizando productos suaves y agua templada (nunca temperaturas extremas) y secándonos el rostro con una toalla suave de algodón y a toquecitos.También utilizar productos que hagan la función de barrera de agentes externos, así como cremas con factor de protección solar alto. 

Hay ingredientes que tenemos que evitar cuanto antes.

Hay una premisa muy clara a la hora de escoger qué cosméticos irán mejor a nuestro rostro: evitar productos agresivos, perfumados o que contengan alcohol. Estos cuidados se hacen también extensibles al uso del maquillaje, deben ser suaves, actuar como barrera de agentes externos, y siempre teniendo en cuenta además, que éstos deben ser naturales y no químicos.

RUTINA PARA PIELES CON ROSACEA

PASO 1 LIMPIEZA

Comienza tu rutina con un limpiador suave en aciete como el de Chica y Chico Killing Star Cleanser

PASO 2 TÓNICO

Continua tu rutina con un tónico que ayude a preparar tu piel pero que sea muy suave con la piel como el de Laneige Fresh Calming Toner.

PASO 3 CREMA

Concluye tu rutina con una crema con extracto de caléndula que ayude a la piel a calmarse mientras la refresca e hidrata. Esta crema de Nacific Real Floral Air Cream Calendula.